El trabajo ha recibido el premio Gradiant a la mejor tesis doctoral aplicada
Si usted sufre ojo seco -una enfermedad que afecta a uno de cada diez españoles en algún momento de su vida- y decide acudir al especialista, lo más probable es que lo derive a un optometrista para que le mida el grosor de la película lacrimal. La prueba es sencilla, ya que se realiza en un aparato que le graba los parpadeos del ojo y luego el profesional estudia las imágenes para establecer un posible diagnóstico en función de cinco patrones establecidos. Pero no todos están preparados para hacer el examen, ya que exige un elevado grado de especialización y un entrenamiento previo con miles de imágenes. Existe, además, la posibilidad de que esta primera valoración tenga un sesgo subjetivo.Pero cabe la posibilidad de automatizar todo el proceso y de emitir un posible dictamen gracias a una aplicación informática desarrollada por Beatriz Remeseiro López (Curtis, 1985) durante su tesis doctoral en el grupo de Visión Artificial y Reconocimiento de Patrones (Varpa) de la Facultad de Informática de la Universidade da Coruña, un trabajo con un enorme potencial para ser aplicado en la rutina clínica y que ahora acaba de ser reconocido con el premio Gradiant a la mejor tesis doctoral aplicada al sector TIC. Es uno de los siete galardones Galicia das Telecomunicacións e da Sociedade da Información que acaba de fallar el Colexio Oficial y la Asociación de Enxeñeiros de Telecomunicacións de Galicia, que serán entregados el día 30 en la Gala das Telecomunicacións en A Toxa.«Es un método que automatiza el test clínico de la evaluación de los patrones de interferencia de la capa lipídica de la lágrima del ojo», explica Beatriz Remeseiro, que ahora realiza el posdoctorado en la Universidad de Barcelona. En este caso, las imágenes del ojo se pasan al ordenador y es la aplicación la que realiza en milisegundos la clasificación sobre el tipo de ojo seco. La prueba, en todo caso, es una ayuda para el especialista, al que le permitirá ganar tiempo, ya que será este quien tenga que establecer el diagnóstico final.Sin dinero para el prototipoLa aplicación ya se utiliza en los servicios de Optometría de las universidades de Santiago, de la que partió la propuesta, Minho (Portugal) y Glasgow Caledonian (Escocia). También se ha interesado por el software una empresa italiana que pretende integrar el sistema automático de clasificación del ojo seco en las máquinas que fabrica para establecer el diagnóstico. Pero se necesita que el prototipo desarrollado sea de carácter industrial, lo que requiere una inversión añadida. «Ahora mismo no tenemos dinero para poder llevarlo a cabo», explica Remeseiro, que ya trabaja en otro tipo de aplicaciones en la Universidad de Barcelona. La herramienta fue registrada por la Universidade da Coruña.César Mariñas Dávila, elegido como mejor ingeniero del añoCésar Mariñas Dávila fue designado como Enxeñeiro do Ano dentro de los Premios Galicia das Telecomunicacións e da Sociedade da Información. El jurado reconoce su trayectoria y su «contribución ao desenvolvemento das telecomunicacións en Galicia».El galardón Enxeñeiro Gerardo Campos a la mejor iniciativa empresarial en el sector TIC fue para Monet Viticultura por su introducción de las nuevas tecnologías «en sectores onde aportan valor a procesos tradicionais, e pola súa aplicación a procesos amplos».El premio INEO al producto o servicio más innovador le fue concedido a Egatel S.L. por su proyecto SmartLNB. En este caso se distingue «o carácter innovador do uso eficiente as capacidades de transmisión de datos vía satélite».El galardón al mejor proyecto con beneficios sociales, en colaboración con Amtega, recayó en Eosa por INclue, un sistema tecnológico innovador «para a valoración técnica da exclusión social en base a criterios homoxéneos». El Real Club Celta de Vigo recibirá el distintivo Acuntia a la empresa gallega que apuesta por el desarrollo de infraestructuras inteligentes de telecomunicación. El reconocimiento al mejor expediente académico del máster en Enxeñaría de Telecomunicación da Universidade de Vigo fue para Daniel Rodríguez Domínguez.