Sentencia que reconoce la incapacidad permanente total a una oficial de máquinas de la marina mercante, afectada de una condropatía rotuliana bilateral, después de que otra sentencia reconociese la incapacidad parcial y previamente el ISM no le reconociese nada.
Esta sentencia es el vivo ejemplo que quien la sigue la consigue a pesar de tener que perseverar en los trámites administrativos y judiciales.
Nuestra cliente tuvo que renunciar a un puesto de trabajo en una buena naviera como oficial de máquinas de la marina mercante por una dolencia en sus rodillas que le dificultaba andar por terrenos inestables, como a veces es la cubierta de un barco, subir por escaleras de mano (frecuentes en los barcos) o posturas forzadas, lo que en determinadas reparaciones es inevitable.
Pues ni así el Instituto Social de la Marina le reconoció la incapacidad, a pesar de las importantes restricciones certificadas por el Servicio de Sanidad Marítima..
En primera instancia conseguimos que el Juzgado de lo Social le reconociese una incapacidad permanente parcial, sentencia que el ISM recurrió, por considerar que no procedía, pero que nosotros también al entender que la incapacidad era total realmente.
En reciente Sentencia el Tribunal Superior de Justicia de Galicia desestima el recurso del ISM y estima el nuestro, reconociendo, como razonábamos, que con esa lesión en las rodillas, grado IV, no puede realizar las principales tareas de su puesto de trabajo.
Después de 4 años el esfuerzo y la perseverancia de nuestra cliente –y también de quienes le asesoramos y defendimos- dio sus frutos. Mereció la pena.