Sentencia que condena a una mutua laboral a indemnizar a un trabajador lesionado con 100.000 euros por causarle un síndrome del dolor regional complejo o Sudeck.
Nuestro cliente, jardinero de profesión, sufrió un esguince de tobillo mientras trabajaba.
Acudió a su mutua de accidentes de trabajo donde le aplicaron un vendaje y le mandaron de vuelta a trabajar.
Como le seguía doliendo y el vendaje estaba demasiado apretado volvió a la mutua, pero no le dieron el parte de baja.
Una semana después se lo tuvieron que dar, y luego una prueba radiológica evidenció una fractura.
A pesar del dolor continuo los servicios asistenciales de la mutua no supieron detectar un incipiente sudeck o síndrome del dolor regional complejo, insistiendo en una fisioterapia que estaba contraindicada.
Una intervención quirúrgica posterior no corrigió el problema porque ya era demasiado tarde.
El INSS le reconoció una incapacidad permanente total para su profesión habitual.
Finalmente tuvo que someterse con una nueva intervención para abolir la articulación mediante una artrodesis; o dolor o cojera; opto por lo segundo.
Y todo empezó con un simple esguince mal diagnosticado y tratado.
Tras la reclamación desatendida por la mutua acudimos al procedimiento judicial, que ha concluido con una sentencia que estima nuestra demanda y condena a la mutua a indemnizar al trabajador con 100.000 euros.
Una asistencia sanitaria precipitada y acelerada propicia este tipo de daños evitables con un mayor cuidado, prevención y atención.
Somos víctimas de la enfermedad; pero a veces también de un sistema sanitario que funciona así.