Sentencia que condena al Sergas y a un hospital concertado a indemnizar con 100.000 euros a un paciente por el contagio de una bacteria en el transcurso de una intervención.
La historia de nuestro cliente es la de un joven que tuvo la mala suerte de romperse el radio por una caída mientras hacía deporte.
Lo que iba a ser una intervención sencilla de osteosíntesis se convirtió en un calvario de seis intervenciones más en los siguientes 4 años.
En el centro concertado que le correspondía como paciente del SERGAS le contagiaron una bacteria que obligó a retirar el material de osteosíntesis y a someterse a antibioterapia.
Eso no fue suficiente, sino que ante la falta de consolidación del hueso tuvo que realizar sucesivas intervenciones incluso colocando un injerto de su peroné.
Fueron 4 años de sufrimiento, de continuas bajas y sucesivos ingresos hospitalarios, hasta que por fin consiguió recuperar la funcionalidad del brazo.
Tuvimos que acudir al juzgado porque la Consellería de Sanidade se negó a indemnizar ese daño, a pesar de la evidencia de que se trataba de una infección nosocomial.
La Administración y sus hospitales privados concertados consideran que eso es un daño que el paciente tiene el deber de soportar, porque se advierte en el consentimiento informado.
Ignora nuestro sistema jurídico y el derecho comparado que obliga a indemnizar lo que ya expuse en mi premiado trabajo “Estafilococos y otros intrusos”.
No así la jueza que en una fundamentada sentencia estima sustancialmente nuestra demanda y condena a indemnizar en 100.000 euros (principal e intereses) más las costas.