Sentencia que condena al Sergas y a un hospital privado a abonar 45.000 euros por la pérdida de un testículo al no diagnosticar a tiempo una torsión testicular.
El caso sentenciado es un paradigmático ejemplo de las carencias de la sanidad privada y pública en un mismo paciente y durante un mismo día.
Acudió a un centro privado donde sospecharon que su dolor de escroto podía ser una torsión testicular pero como no tenían urólogo lo mandaron al hospital público.
Y en el hospital público estuvo varias horas en unas urgencias masificadas sin que fuese llamado el urólogo, que sí había, a examinar al paciente.
Cuando por la tarde volvió al centro privado, donde ya había aparecido el urólogo, le hicieron una ecografía que diagnosticó la torsión, pero la isquemia ya era irreversible.
Nuestro joven cliente perdió su testículo y reclamó resolviendo la Consellería que el hospital privado debía abonarle 29.000 euros como indemnización.
Tanto ese hospital como nosotros recurrimos y ahora el juzgado nos ha dado la razón en dos circunstancias distintas:
La primera es que la responsabilidad era de ambos hospitales, público y privado.
La segunda es que la indemnización era insuficiente para reparar el daño.
Finalmente ha condenado a indemnizar en 45.000 euros solidariamente, es decir, ambos conjuntamente, más los intereses.