Sentencia de un juzgado de lo social que reconoce la incapacidad permanente total a manipuladora de congelados por las secuelas del cáncer.
Cáncer es una palabra maldita que cuesta escribir y decir. Pero gracias a los avances de la medicina, a un buen sistema público de salud y a la prevención se puede curar.
Pero los tratamientos, en ocasiones muy agresivos, dejan secuelas físicas que pueden condicionar la vida de quienes las padecen y hace imposible volver a su rutina laboral.
Eso es lo que le pasó a nuestra cliente, con cicatrices que le impide estar mucho tiempo de pie y sometida a temperaturas extremas.
Su antiguo trabajo como manipuladora de pescado congelado implicaba exponerse a unos cambios de temperatura y a una jornada de trabajo en bipedestación estática.
Aunque el INSS dijo que podría trabajar conseguimos que el juez apreciara lo contrario, que el cáncer, aunque se cura, deja secuelas que impiden algunos trabajos.
El de nuestra clienta era uno de ellos. Podrá dejar atrás el cáncer pero también un trabajo incompatible lo que reportará una pensión por ello.