Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León que condena al Sacyl a indemnizar con 325.000 euros por las secuelas derivada de la defectuosa embolización de una MAV.
Una MAV es una malformación arteriovenosa que se produce en el cerebro y que entraña un gran riesgo vital, pero que se puede curar bien con una embolización, bien con cirugía o con radiocirugía.
La embolización, que es el método más utilizado, se hace por un anestesista intervencionista, y consiste en obturar ese nido de arterias que alimenta la MAV con un material metálico que se coloca a través de un catéter.
Es una técnica delicada porque existe un riesgo de hemorragia si no se hace cuidadosamente, para lo cual se requiere una buena experiencia previa. Es como desactivar un bomba a cargo de un artificiero.
Pues a nuestra cliente la MAV la embolizó una radióloga inexperta que no supo colocar la punta del catéter a menos de un centímetro de la arteria que quería embolizar con Onix, provocando su extravasación que produjo la hemorragia de una arteria sana.
El problema de ese material metálico es que una vez fuera del catéter se solidifica siendo imposible su retorno, razón por la cual nuestra clienta tuvo que se operar de urgencia por neurocirugía para quitar ese Onix y de paso la MAV.
Pero a consecuencia de ello le quedó una hemiparesia izquierda que ha supuesto, en otro pleito, que el Tribunal Superior de Justicia de Castilla León, la Sala de lo Social, condenara al INSS a reconocerle la gran invalidez.
Y ahora, la Sala de lo contencioso-administrativo, del mismo Tribunal ha vuelto a darnos la razón al considerar que hubo un error en la ejecución de la técnica y con ello una responsabilidad patrimonial que el Sacyl no quiso reconocer.
Ha sido casi cinco años de pleitos para restablecer los derechos lesionados a nuestra cliente, pero mereció la pena vencer a dos grandes Administraciones para mejorar la calidad de vida de una mujer joven y de su familia, que en su día confió en nosotros.