Condena al Concello de Monforte de Lemos por permitir que una panadería realizase su actividad ruidosa molestando a los vecinos.
Sabido es que los panaderos madrugan para que a primera hora de la mañana tengamos pan fresco a disposición de todos nosotros.
Trabajo sacrificado pero también ruidoso porque se he mecanizado el proceso con amasadoras industriales, cámaras frigoríficas y otros utensilios semejantes.
Ese trajín desde altas horas de la madrugada fue el sinvivir de nuestros clientes, porque la panadería de al lado de su casa no estaba debidamente insonorizada.
Y a pesar de sus múltiples quejas por escrito, presentando incluso mediciones sonoras, el ayuntamiento nada hizo, permitiendo que todo siguiera igual.
Sólo cuando se le notificó la demanda iniciaron un expediente de ineficacia de la comunicación previa de actividad, que ni siquiera en un año han resuelto.
Ahora la jueza les obliga a resolverlo e iniciar expedientes sancionadores contra la panadería que con su actividad privó del descanso nocturno a nuestros clientes.
Y esto no quedará ahí pues dará paso a una acción de responsabilidad patrimonial contra el Concello para indemnizarlos por ese daño continuo que se les ha causado.
Una pena que el problema generado por un vecino, titular de la industria contaminante, lo tengan que pagar todos los vecinos por la inacción de quienes les gobiernan.