Sentencia de un Juzgado de lo contencioso-administrativo que condena al SERGAS a indemnizar a un paciente por no ofrecerle alternativas a la intervención realizada.
En medicina es claro que quien mejor sabe lo adecuado para el paciente desde un punto de vista técnico es el propio médico.
Pero la decisión final corresponde al paciente, al haberse superado aquella máxima médica que decía: “todo por el paciente pero sin el paciente”.
No siempre lo bueno es lo mejor, porque el paciente puede considerar que lo que se le ofrece no colma sus expectativas, por no querer asumir determinados riesgos.
De ahí que nuestra legislación haya consagrado el derecho a la autonomía del paciente, de modo que sea el quien elija finalmente entre las opciones disponibles.
El médico informa y el paciente decide, y cuando no informa abocando al paciente una concreta técnica quirúrgica está incumpliendo la norma.
De ese modo el SERGAS ha sido condenado a pagar 6.000 euros a un paciente por no informarle de que había dos técnicas, toracotomía y VATS.
Decidir el abordaje quirúrgico depende de muchos factores, incluida la habilidad del cirujano, pero no puede eludir informar que existan alternativas quirúrgicas mínimamente invasivas.
Esa información es presupuesto del ejercicio de otros derechos como la libre elección de hospital, pues los hay que tienen incorporado el VATS en su cartera de servicios desde hace años.