Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Asturias que condena al SESPA a indemnizar a cinco hermanos por el fallecimiento de su padre, tras una cirugía de artrodesis.
Es habitual escuchar cuando en medicina salgo algo mal que no es una ciencia exacta, que existen riesgos que no se pueden evitar, que si ya vienen advertidos en el consentimiento informado… lo cual es cierto, pero no siempre justifica los malos resultados en medicina.
Los errores existen y el factor humano influye tanto o más que la propia falibilidad de la ciencia médica, porque errar es humano, pero tratar de esconder el error en tantas ocasiones por desgracia también lo es.
Es lo que pasó con el fallecimiento del padre de nuestros clientes, que durante una intervención de artrodesis se lesionó la dura madre y se produjo una pérdida de líquido cefalorraquídeo, constatable durante varios, sin que nadie hiciese nada.
Falleció por un neumoencefalo que el jefe de servicio responsable quiso atribuir a la contusión que le produjo la caída tras una pérdida de conocimiento, cuando se pudo demostrar con pruebas de imagen que fue por la pérdida de ese líquido.
Los servicios de inspección barriendo por debajo de la alfombra dieron credibilidad a ese jefe a pesar de la obviedad del error médico y la inconsistencia de la excusa, que ha quedado evidenciada a ojos del Tribunal con toda claridad.
Tras cuatro años de batalla administrativa y judicial nuestros clientes han conseguido algo incluso más satisfactorio que la indemnización (116.000 euros), que es el reconocimiento de la verdad, aunque no vaya acompañada de una disculpa, como humanamente procedía.