Condena al SERGAS por incumplir sus obligaciones en materia de prevención de los riesgos psicosociales.
El personal al servicio de la salud está sometido a un elevado estrés laboral y no tanto por la presión asistencial en una organización con déficits estructurales y carencias mal disimuladas, sino porque no ha implantado una cultura motivacional a su personal.
Todo lo contrario. El estrés, el born-out y también el mobbing crecen en el caldo de cultivo de una organización excesivamente jerarquizada, donde la burocracia mal entendida anula vocaciones castigando al que discrepa o promoviendo al afín.
La crudeza de esta situación se expresa cuando el personal sometido a esas presiones enferma porque además no funciona la prevención de los riesgos psicosociales, incluso de forma indolente a los requerimientos no sólo del trabajador sino de la inspección de trabajo.
Nuestra cliente sufrió el aislamiento en su equipo por discrepar, denunció la situación pero el SERGAS se limitó a aplicar un protocolo interno, ajeno a las obligaciones legales, protocolo que incluso luego llegó a incumplir.
La sentencia del Tribunal Superior de Galicia no sólo confirma la del Juzgado de lo Social en todos estos incumplimientos, sino que estima nuestro recurso, aprecia nuevos incumplimientos y eleva la indemnización a 15.000 euros.
Nos congratula jurídicamente la sentencia, pero nos queda una sensación agridulce, porque aunque se repara –mas moral que económicamente- el daño, hemos visto de cerca el sufrimiento de una buena profesional. Y eso no se olvida.