Sentencia que condena a un hospital privado y a la aseguradora de salud por una demora que impidió el éxito del tratamiento.
No sólo en la sanidad pública hay demoras, también en la privada adolece de disfunciones organizativas que causan daños.
Nuestra cliente fue intervenida de un traumatismo en los dedos de la mano en un mes de julio, luego su médico se fue de vacaciones, sin que nadie retirase la escayola.
El sustituto quizás por no conocer el caso, quizás por falta de comunicación, mantuvo la escayola más tiempo del indicado, lo que produjo unas rigideces articulares.
A pesar de una nueva intervención, que mejoró algo la movilidad, el resultado no fue el mismo, quedando limitada en fuerza y movilidad.
El juzgado condena a abonarle 30.000 euros teniendo presente las posibilidades de recuperación y las limitaciones que presenta en dos dedos de su mano no dominante.
La disputa judicial, que dilató la resolución, supone que casi la mitad de ese importe sea en concepto de intereses que ha de abonar la aseguradora, siempre reticente a indemnizar.