Sentencia que concede una discapacidad del 55% a paciente diagnosticado de fatiga crónica.
Una queja recurrente de los pacientes con fatiga crónica es la negación de su enfermedad por los organismo oficiales, por ejemplo en materia de reconocimiento de discapacidades personales (las antiguas minusvalías).
El problema reside en que el Real Decreto 1971/99 que recoge el baremo de las enfermedades y lesiones que se puntúan en los reconocimientos realizados por los equipos de valoración, no contempla, aparte de otras enfermedades, el síndrome de la fatiga crónica.
Sin embargo, existe la opción de valorarlo según la afectación (leve, moderada o grave) que los síntomas de la fatiga crónica producen en la persona. Recordemos que es una patología sindrómica, diagnóstica por determinados criterios basados a su vez en los síntomas.
Con ese planteamiento hemos conseguido que el juzgado estimara la demanda, reconociendo a nuestro cliente, aquejado de fatiga crónica, un 55% de discapacidad (15% por patologías orgánicas, resto por la fatiga crónica más por 2 por factores sociales).
Esta buena noticia coincide en el tiempo con la publicación de un artículo realizado por investigadores de la Universidad de Stanford que avanza en el diagnóstico de esta enfermedad a través de una prueba de estrés de las células del sistema inmune.
Ojalá haga visibles ante los organismos oficiales a tantos pacientes aquejados de esta enfermedad y así no tengan que recurrir a los juzgados para el reconocimiento de su discapacidad personal o incapacidad laboral.