Sentencia que desestima la demanda de una mutua que pretendía que un trabajador perdiera su pensión por lo informado por un detective privado.
Es habitual que las mutuas de accidentes de trabajo indaguen en la vida de los trabajadores para ver si sus hábitos son compatibles con las enfermedades que padecen.
En ocasiones no hace falta seguirles sus pasos (literalmente, cámara en mano), sino que basta con seguirlos en las redes sociales.
Esta prueba será eficaz, por ejemplo, para demostrar que quien dice que le duele la espalda está simulando si luego le pillan jugando al futbol como si nada todos los fines de semana.
Pero lo que no puede esa prueba es suplantar el criterio médico, es decir, que porque el detective vea al trabajador conduciendo la Mutua diga que ya no puede trabajar como camionero.
Las mutuas olvidan que una cuestión es que el trabajador intente hacer vida normal, compatible con su enfermedad, y otra muy distinta que pueda trabajar las 8 horas al día 5 días a la semana.
Pero lo peor es que obvian que la enfermedad no implica un ostracismo social, sino precisamente intentar normalizar su vida, en la medida de lo posible, que es la principal recomendación terapéutica.
Máxime como en este caso, en el que había específico consejo médico en tal sentido. Afortunadamente la jueza así lo entendió y nuestro cliente conservará su pensión.