El Tribunal Superior de Justicia de Galicia confirma una sentencia que condenaba al Sergas a indemnizar las graves secuelas producidas por la radioterapia.
Lo interesante de la sentencia, y que revela hasta que punto la información es importante en la práctica clínica, es que el tratamiento que causó el daño no tenía alternativa posibles para intentar curar un cancer de cuello.
Eso no permite curar sin informar, porque el paciente tiene derecho a saber antes de que suceda lo posible que lo imposible -el riesgo 0- no existe en medicina. y como se manifiesta en su proceso curativo en concreto.
La sentencia incluye por último una intersante reflexión sobre el cómputo del plazo para reclamar, que no empieza cuando el médico da el alta, sino cuando el paciente conoce todas las consecuencias de los efectos secundarios.
40.000 euros en la cifra de la condena en concepto de daño moral por lesión de la autodeterminación temporal, o lo que es lo mismo, por no informar aun curando.