También los abogados mandan cartas a los Reyes Magos, y esta es la nuestra.
Una de esas frases de Steve Jobs que intentaba ser una máxima de comportamiento a modo de proverbio oriental –tal del gusto del fundador de Apple- era “continua ingenuo, continua hambriento”.
Confieso que me gusta, de hecho la utilice hace unos años en el acto de entrega de un premio en el Hotel de la Reconquista de Oviedo, en nombre de mi despacho, y en presencia de mis hijos, a quienes precisamente iba dirigida.
Ingenuo como esos niños que todavía creen en los Reyes Magos, que todavía tienen una ilusión, que todavía creen en la magia de la Navidad, que ponen sus anhelos en lo imposible –que unos ancianos y sus pajes entren por la ventana- para hacer posibles sus deseos.
Y hambriento como esas personas devoradoras de retos, incluso de los que otros desechan por imposibles, que tienen fe en sí mismos, pero sobre todo en unos ideales que todavía rigen el mundo a pesar de su decadencia: justicia, solidaridad, humanidad.
Pues bien, señores de Oriente, Reyes de la magia de la infancia, yo como ustedes también sigo con ilusión una estrella, hambriento de llegar a un destino, que no es otro que conseguir ese objetivo que marca la etimología de la palabra abogado: “el que acude en auxilio”.
Como decía otro genio del siglo XX, Einstein, “el camino es la constancia”, y la constancia se alimenta, precisamente, de ilusión y de hambre; ilusión por considerar que es posible lo imposible y hambre de retos que nadie quiere.
Este año asumí con ilusión y hambre un reto: conseguir Justicia para los afectados por la Talidomida, por solidaridad y por humanidad. También por profesionalidad, pues debo acudir en auxilio de ellos. Mi fuerza es la suya y a fe que es mucha. La debilidad les hizo fuertes.
Para ese camino me fui preparando este año pasado –igual que para otros difíciles caminos ya culminados- con estudio y trabajo diarios. He publicado –cuatro artículos de opinión-, he investigado –tres estudios jurídicos de alcance- y he sido premiado –en dos ocasiones-.
Hemos conseguido nuevas sentencias en asuntos complicados, planteando soluciones jurídicas inéditas para resolver los problemas de nuestros clientes con la satisfacción de que finalmente hayan sido asumidas por los Tribunales.
Por esos ideales y por esa vocación de servicio, queridos Reyes Magos de Oriente, os pido que este abogado que os escribe, durante el año 2018 tenga la clarividencia para encontrar el camino de la Justicia y la perseverancia para alcanzarla. Ilusión y hambre no faltarán.
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